Entrevista con Helena Olmo en Canarias Plural

24, mayo | Nuestras obras
Entrevista con Helena Olmo en Canarias Plural

Helena Olmo, es periodista especializada en divulgación histórica y científica. Ha sido la ganadora de la VIII edición del Premio de Divulgación Histórica “Juan Antonio Cebrián”. Destaca de su trayectoria profesional haber sido directora de la revista Clío, una publicación española mensual de divulgación de Historia. También de otras publicaciones como Planeta Humano o la revista Espacio. La obra con la que ha obtenido el premio es “CSI Momias”, el reflejo magistral de 20 años de trabajo en los que ha ido tras la pista de multitud de momias a lo largo y ancho del mundo.

Nuestra invitada, y según sus propias palabras, hace revistas, las piensa, las pinta y las escribe. Pero si le preguntamos sobre qué es lo que más le gusta escribir, responderá que sobre divulgación científica e histórica. Hace tan solo unos días pude charlar con ella sobre CSI MOMIAS, esbozando una milésima parte de lo que conforma quizá, uno de los libros más potentes e importantes jamás escritos sobre este particular asunto, especialmente pensado para que sea entendido por propios y extraños. Debo decirlo, es un libro con la impronta de Helena, y el indiscutible sello de Editorial Odeón, que con cada libro que publica, enriquece las bibliotecas de quienes amamos y disfrutamos de estas temáticas.

Todo un orgullo recibir con este libro, el VIII Premio Juan Antonio Cebrián, ¿verdad?

- Más que un orgullo, es una sensación indescriptible, ver mi nombre junto al de Cebrián. Un sabio al que admiramos muchas generaciones, y al que echamos mucho de menos. Y tengo que agradecer además al Ayuntamiento de Crevillente, que lo patrocine y lo haga posible.

Desafiar a la muerte, ¿una máxima en todas las culturas desde tiempos inmemorables?

- No solo eso, a veces con la momificación trataban de retener a los seres queridos. Y en ocasiones a lo largo de la historia nos encontramos con embalsamadores que lo que tuvieron fue un interés científico en dar con la química perfecta para momificar. En tu libro haces un extenso y magistral recorrido a través del proceso de momificación a lo largo y ancho del planeta. Imagino que hay cabida para la sorpresa…

¿Qué “requisitos” deben cumplirse para catalogar un cuerpo como momificado?

- Gracias por como describes mi obra, es cierto que hago ese recorrido, a pesar de que se quedan fuera más momias de las que caben dentro, desde luego no entran todas, pero he procurado dar voz a momias que habitan en el planeta y que no son egipcias, y te garantizo que muchas son sorprendentes. Eso no significa que no haya un extenso capítulo dedicado a las momias egipcias, cómo obviarlas.

¿Qué es una momia?

- Una momia es un cadáver que no se ha corrompido, por acción natural o artificial, no entra en putrefacción. Eso es una momia.

Al parecer, Dios tiene sus propias momias, y estoy seguro que muchos oyentes estarán ahora preguntándose a qué nos referimos con eso.

- Es sencillo, nos referimos a lo que habitualmente llamamos incorruptos, y atribuimos su buen estado a una acción milagrosa. Pero no es así, no hay un solo caso en que el cuerpo no esté alterado. Incluso el famoso olor a rosas o santidad que desprenden algunos cuerpos, se corresponde a aceites perfumados empleados en los embalsamamientos, que exudan los cuerpos por los puntos de punción por los que fueron introducidas las sustancias secantes y conservantes. Otras veces, llamamos incorrupto a cualquier cosa. Recuerdo por ejemplo, cuando yo vivía en Bolonia, iba habitualmente a ver a Santa Caterina, es una momia, por definición, desde luego, está reseca, con la piel ennegrecida y adherida al esqueleto, pero incorrupto incorrupto, yo entiendo que sería un cadáver fresco y flexible, como si la persona estuviera dormida o recién muerta. El cuerpo incorrupto de la beata Ana María Taigi impresiona por la placidez de su difunto rostro.

¿Qué puedes contarnos sobre ella?

- Que como muchísimos otros beatos y santos, lleva una máscara de parafina, que oculta su verdadero rostro.

¿Existe algún tipo de conexión entre las momias egipcias, las que se han recogido en culturas latinoamericanas y los cuerpos mirlados de los guanches en Canarias?

- Sí, entre las momias egipcias y los saxos guanches, la similitud es que se momificaba a la realeza, algo que también sucedía con los incas. Pero los españoles, destruyeron todas las momias, al menos los cronistas las describieron. Hablaron de momias reales, entre las que se encontraban el conocido Viracocha y sus descendientes.

¿Por qué en tu libro te refieres a las momias guanches como desafortunadas?

- Porque las machacamos. Los guanches fueron una cultura prehispánica que extinguimos al llegar a Tenerife. Unos acabaron masacrados, otros fueron cristianizados y convertidos en esclavos que llegaron a la Península. La cultura guanche se perdió para siempre. Y esa falta absoluta de respeto, se hizo extensiva a las momias. Deberíamos atesorar infinidad de saxos de los aborígenes, pero el expolio, hizo estragos en la arqueología indígena. Aunque con menor fama que la egiptomanía, el interés y demanda que registraron los restos guanches en el mercado del coleccionismo privado y museístico de todo el mundo, resultó nefasto para el patrimonio de los yacimientos funerarios de Tenerife. Centenares de momias salieron de la isla, e incalculables fueron los restos que como sucedió con sus semejantes en Egipto, acabaron molidos por imaginadas propiedades mágicas y curativas, y la falsa creencia de un poder revitalizador para los cultivos. En algunos municipios, generaron miedo, tanto que los lugareños no quisieron ni emplear los restos para abonar las tierras, y cuerpos enteros fueron arrojados al mar. MOMIAS 002 CP La niña Rosalía Lombardo, muestra su angelical cuerpo embalsamado desde 1920.

¿Qué tiene de especial esta pequeña difunta?

- Rosalía Lombardo es de carne y hueso, flexible, húmeda, perfecta. Una niña de dos años recién muerta por neumonía, sin rigor mortis. Solo que ya supera los 100 años embalsamada. Es obra del palermitano doctor Alfredo Salacia, el más grande, el embalsamador de los embalsamadores. Consiguió lo que nunca antes nadie había conseguido. Pero hay una leyenda que dice que Rosalía permanecería fresca un siglo, y luego empezaría a marchitarse. Lo peor es que así fue, cumplidos los cien años, Rosalía empezó a ajarse por momentos, la piel de sus henchidos mofletes empezó se ajaba y se hundía, dejando unas pronunciadas ojeras. La desolación era máxima. La realidad de lo sucedido, es que el oxígeno se había abierto paso en la urna esterilizada de la niña, y estaba comiéndose a la bella durmiente. Nunca más volveremos a verla como la conocí hace unos 20 años, pero los especialistas han logrado detener el deterioro, construyéndole un nuevo sarcófago con las condiciones asépticas necesarias, y desde luego la niña sigue siendo digna de ver.

¿Ha dañado el cine la imagen de lo que es realmente una momia?

- No lo creo, a fin de cuentas es ficción, y como tal todo es posible, aunque ya aburre el recurso de la maldición. Maldiciones y momias, pareja de hecho o conveniencia…

¿Cuánto de mito y cuanto de realidad?

- Cien por cien mito, 0% realidad. Ya sabemos que Tutankamon no maldijo a nadie, y quienes murieron después de abrir su tumba, lo hicieron por culpa de un hongo.

Hablemos del proceso creativo como autora. ¿Qué te mueve a escribir un ensayo tan complejo y documentado como este?

- Como periodista de investigación, tenía la necesidad de compartir los datos y emociones que había experimentado en cada uno de los casos que he estudiado durante estos últimos 10 años. Expedientes sorprendentes, algunos sobrecogedores, con los que he pretendido dar voz a sus protagonistas, los testigos que en alguna parte de su vida, han afirmado estar cerca de lo inexplicable.

¿En la elaboración de un ensayo, todo depende del trabajo de documentación, o hay cabida para las musas?

- En mi caso, al menos me acompañó Clio, la musa de la historia, que es una vieja amiga.

¿Te has encontrado con muchas trabas por parte de instituciones y organismos, o la tónica habitual ha sido la colaboración?

- Es triste, porque en España nadie se ha mostrado colaborador, pero fuera de casa afortunadamente ha sucedido todo lo contrario. Me han facilitado mucho el trabajo.

¿Cuánto de la faceta de periodista y Diplomada en criminalística hay en tu libro CSI MOMIAS?

- Ser criminalista solo me ha servido para entender mejor algunos procesos, tocar ciertas teclas, e interpretar ciertos datos, es como saber inglés e italiano, te facilita el acceso a más información. Pero considero que “CSI Momias” es un trabajo periodístico. …

Y sobre la edición de tu libro, con el sello de Editorial Odeón, ¿qué puedes decirnos?

- El editor me limitó a 60.000 palabras, claro que se han quedado infinidad de momias fuera.

¿Te has quedado con ganas de contar más en CSI MOMIAS? ¿Has tenido que hacer criba para ajustarte a las páginas finales del libro?

- Porque es único en su género en nuestro país, porque tiene 170 imágenes a todo color, algunas únicas en nuestro país, que nos dejan impactados. Porque nos acerca a todas las formas de momificación, y está lleno de rigor histórico y científico. La magia la ponen las momias.

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